miércoles, mayo 16, 2012

Meadas de perro

El no es el malo de esta historia

Hoy ha sido la tercera vez que una vecina que esta medio ciega y vive por la zona, ha dejado mear a su perro en la puerta de mi oficina. Las otras veces ya le llame la atención, incluso en la segunda ocasión estaba yo en la puerta diciéndole que por favor retirara al perro que me estaba meando la entrada y como tenia la puerta abierta estaba entrando todo para dentro. Pues la señora solo se disculpaba diciendo: "Ay, ya puedes perdonar, no me he dado cuenta" A lo que le respondí "Bueno, pues ahora ya lo sabe, no deje que termine la meada, y muévase" No se movió, espero a que terminara y se fue. 

Hoy he visto ya como se ponía en marcha, así que no me ha dado tiempo a decirle nada en el mismo momento de la meada, pero cuando he salido para increparle su actuación, veo que ya ha avanzado varios metros y que ojo, iba acompañada de un mujer que no era ciega. ¿Acaso esta acompañante no se estaba dando cuenta de que el perro estaba meando en la puerta de una oficina? Pues claro que se ha dado cuenta, y la coño ciega también, pero ni se han molestado en mover al perro. Le he increpado a gritos algo más o menos así: "Es la tercera vez que su perro mea en la puerta de la oficina, haga el favor de ponerlo la próxima vez al borde de la acera como hace todo el mundo. Que ya estoy hasta los cojones" La ciega ni se ha inmutado y ha seguido adelante toda digna ella, pero su acompañante, se ha parado, ha mirado para atrás, se ha callado como una puta y se ha vuelto a dar media vuelta y a seguir a su amiga invidente. Ni una disculpa, ni nada de nada.

Acto seguido ha entrado una señora y me ha dicho que coloque una botella con un poco de agua en la esquina donde mea el perro y así no meara ninguno. La idea es buena, pero me toca los cojones que tenga que haber una botella a la puerta de mi oficina, así que no la voy a poner. Eso sí, la próxima vez salgo y le canto las cuarenta a la señora, e incluso le hago que pase la fregona ella, que yo ya estoy hasta la polla de limpiar la meadas de su perro.

En este caso el perro no tiene culpa, el levanta la pata y mea, ahí donde este y siempre que su dueña no le diga lo contrario, así que no es un problema del animal, es un problema de educación de la señora. Que no tiene. Y que este medio ciega no es una excusa, es una maleducada y punto, porque qué menos que haberse disculpado hoy.
Jodidas viejas.

2 comentarios:

FÉLIX PUMARES dijo...

Algún día irá alguien con un perro y lo dejara meándote la puerta mientras te pide que le hagas unas fotocopias y dinero para leche.

http://pies3exactamente.blogspot.com.es/2012/04/menudo-morro-se-gastan-algunos.html

http://pies3exactamente.blogspot.com.es/2010/12/tu-lo-que-quieres-es-dinero.html

Aratz dijo...

Entonces mis sesos decoraran el techjo de la oficina, o mejor, los del dueño del perro ;)