miércoles, febrero 13, 2013

Nostalgia, un negocio que se agota


La nostalgia, ese mal endémico que todo ser humano siente en algún momento de su vida ha sido usado como medio de negocio, y se seguirá usando (ya se habla de la vuelta de los Tamagochis) En una época en la que en el móvil puedes tener más aplicaciones y entretenimiento del que podíamos llegar a soñar, aun vemos por la calle a gente (aunque ahora menos) con chapas de sus series de la infancia, con un bolso de la Abeja Maya, o con un peluche de los Barbapapa (esto era más complicado verlo por la calle, pero en coches sí que los he visto) De un tiempo a esta parte, todo esta vuelta a la infancia, o la adolescencia, va remitiendo. Puede que sea la franja de edad en la que me encuentro, pero ya no miro tanto atrás y si más adelante o el día presente. Es cierto que las generaciones posteriores a la mía empiezan a  rememorar series de televisión, juguetes y otros elementos culturales, como algo retro y nostálgico. Cosas que para mí no son tan retro, aunque eso ya digo que es debido a mi edad. Aun así, aun habiendo todavía esa rememoración del pasado, ya no es lo mismo, ya no llama tanto la atención, creo que aparte del inexorable paso del tiempo, que deja atrás y olvida las cosas, esta también el hartazgo o saturación a la que nos hemos visto expuestos. 


Ya nadie se revisa el cartel de Frigo de 1992 de arriba abajo, o se sorprende al ver el álbum de Monstruos (ver imagen), álbum que por cierto fue el único que complete en toda mi vida. Y es que como digo, ya estamos cansados de esto, y si no nos hicimos hace unos años, con algún producto que nos hacia recordar nuestra juventud, ya es poco probable que lo hagamos, por lo que no es negocio, sino una venta residual. Solo lo que nos marco realmente, será lo que nos haga menearnos para conseguirlo, en mi caso el Cinexin, aunque más que moverme a mí, lo hizo a mi esposa, que se gasto un pastizal en regalarme uno completamente funcional y con un buen puñado de películas. Y de aquello hace ya más de tres años. A esto es a lo que me refiero, no he vuelto a comprar ninguna película más del Cinexin, ni siquiera he buscado. ¿Significa que el Cinexin no me marco tanto? No, para nada. Lo que significa es que aunque es un regalo al que le guardo mucho aprecio, solo tiene un uso en mente para mi, que es ponérselo y dárselo a mi hija Ane, para que ella disfrute lo mismo con lo que yo pase largas horas de chaval. Otra cosa es que luego ella se aburra rápidamente, al estar rodeada de móviles, tablets y ordenadores, espero que no ocurra, pero tampoco me sorprendería (aunque ahora mismo si que le hace caso)

 ¿Esta la nostalgia y lo retro muerto? No, pero ya no tiene el tirón que tenía hace unos años, solo hace falta darse una vuelta por la red y ver como muchas páginas que se dedicaban a esto, han visto reducidas sus visitas y comentarios, como algunas dejan de actualizar, o como otras desaparecen definitivamente. Siempre habrá quien recopile intros de sus series de televisión de la infancia, o quien hable de los muñecos de He-man y los masters del universo, pero ya no suponen una novedad ni un negocio. Quien viviera de estas “rentas” ya se puede buscar otro negocio, porque este se va agotando. Eso o ponerse a recopilar merchandising de Bola de Dragón o Naruto para en unos años venderlo a precio de oro.

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Otro claro ejemplo de que nuestro tiempo empieza a pasar es que hace unos años el Reno Renardo colgó el videoclip de su canción Naci en los 80, y hace poco vi uno de Naci en los 90, con similar temática, pero sin ser del Reno ni tener cancioncilla de marras, solo intros de serie, anuncios de televisión y fotos de muñecos y objetos. Para los que estamos más cerca de los 40 (o ya cumplidos) que de los 30, la nostalgia como negocio se acabo. Tenemos la mente en otras cosas, algunos en cómo pagar la hipoteca y otros en cómo conseguir viagra. Ya no tenemos tiempo (ni dinero) para pensar en los Barbapapa.

2 comentarios:

Naxo Fiol dijo...

Yo creo que como más años pasen, y más pelis, libros, juguetes y series acumulemos, más existirá la nostalgia como negocio. Mira el mismo cine o la televisión, como bien se sirven de ella, pariendo nuevas pelis de la "Tortugas Ninja", o la de los "Masters del Universo" que ahí sigue, cociéndose, o la recuperación de "V"..... la diferencia es que, supongo, la nostalgia nos da a los seres humanos en una franja concreta y, una vez superada, le toca a la siguiente generación.
Yo todavía siento nostalgia, pero tampoco como para que me impida ver más allá. Sin embargo, sí es cierto que, obvio, como más mayor soy, menos placer me dan las cosas que, en mi época, sí me daban por cuestiones de edad e inocencia.
Con todo, te iba a preguntar si no sería posible que en tu modo de ver influyera el hecho de que eres padre reciente, que miras al futuro y no al pasado porque ahora lo primero es el bien estar y el porvenir de Ane..... los que no pasamos por eso, tal vez aún tengamos un pie demasiado metido en el pasado.
Es algo que más o menos ya comentas al final del texto, aunque le das un toque un tanto sombrío, como si hacerse mayor te obligara a dejar de pasarlo bien, o dejar de enfocar la vida aún como algo divertido, y limitarte a tus "preocupaciones adultas y maduras" como hipotecas y viagras. Espero que no, que haya un hueco aún para las gilipolleces intrascendentes aún siendo parte ya de la mediana edad!!!!.
Saludines.

Aratz dijo...

Es cierto que la edad influye mucho, mas que el ser padre en este caso, ya que sino estuviera Ane aun le habria dado menos uso al Cinexin. Me refiero a que la nostalgia ya no es negocio, porque casualmente acaban de cerrar una tienda que estaba enfrente de mi oficina que vendia comics, pero en especial merchandising nostalgico (los bolsos de la abeja maya y similares)
Tu mismo lo dices, cuanto mas mayor eres menos placer encuentras en rememorar el pasado, aunque eso no deja para que puedas seguir haciendolo. No digo que la nostalgia se acabe, eso no pasara nunca, las siguientes generaciones pasaran por lo mismo que nosotros, pero en nuestra edad ya no es algo que nos influya tanto. Es lo que hablamos el otro dia, que molaria mucho tener el coche de los cazafantasmas en maqueta, y probablemente hace seis años si lo hubieras visto a un precio razonable te lo habrias comprado, pero hoy ya no es una prioridad. Es decir no necesitamos cosas materiales para sentir otra vez lo que sentiamos de crios, ahora simplemente nos es suficiente con recordarlo y ya. Es por ello que digo que la nostalgia como negocio se esta acabando (aunque siempre desde nuestra generacion)

Sobre el cine y television, solo hay que ver como han funcionado V o El coche fantastico, las dos una mierda de espanto. Y en el cine, pues es mas una falta de ideas y el arrastrar al publico con un gancho que ya no cuela tanto. El mejor ejemplo el de Starcky & Hutch, otro mierdon que la primera semana llenaria salas, pero a la siguiente estarian vacias.

Lo de la viagra lo ponia de cachondeo, no se vaya usted a pensar que yo....jejeje
Y libreme dios de decir que al hacerse mayor se pierde la diversion (me lo he pasado mejor estos años que algunos de mi adolescecia) pero si creo que el tema nostalgico se deja mas como una anecdota, mas que como un impulso comercial (que es lo que era hace cinco años)