jueves, octubre 10, 2013

Cuando circules como un vehículo, te tratare como a un vehículo


Muchos ya sabéis que vivo a 30 kilómetros de Bilbao, y que tengo que atravesar bastantes resaltos para llegar a mi casa. Pero no solo los “mini-puertos” son lo peor que me puedo encontrar en la carretera que va de Gordexola a Artziniega, también están los ciclistas (y en menor medida, los motoristas) El ciclista que va bien por la carretera y cumple las normas igual que otro vehículo no me molesta, pero lo que me saca de mis casillas son los ciclistas que no cumplen las normas, que luego son los que ponen el grito en el cielo cuando un compañero de afición es atropellado (sin saber las causas del atropello, y demonizando al vehículo a motor desde el minuto 1)

¿A qué viene todo esto? Pues a que por lo visto hay ciclistas que se piensan que los semáforos no son para ellos. Esta mañana por razones que no vienen al caso he tenido que ir hasta mi pueblo. Cuando estoy llegando a Gordexola veo a un ciclista más adelante. Marco con el intermitente que le voy a adelantar y el tio se mete más al medio, haciendo que tenga que meterme más en el carril contrario. Ok, así lo marca la dirección general de tráfico, tengo que adelantarle como a cualquier otro vehículo, así que lo hago de esta manera, aunque el listillo del ciclista me lo recuerda con su maniobra, que por otra parte aunque correcta, es algo peligrosa. Le adelanto y sigo mi camino. Al entrar al pueblo una madre con un cochecito y una niña de la mano, tocan el botón para que el semáforo se le ponga en verde, freno y paro en la línea de detención. ¿Adivináis que va a ocurrir? Pues sí, eso que te imaginas. El ciclista de antes, al que adelante como a cualquier otro vehículo, coge y se salta el semáforo con todas las de la ley, haciendo a la madre, hija y cochecito pararse en medio del paso de peatones, porque claro, el señorito ciclista quería seguir a su ritmo y que no se lo cambiase nadie. Ante tanta mala educación, en cuanto se ha puesto en verde el semáforo he iniciado la marcha, y cuando me ha tocado adelantarle de nuevo al ciclista, esta vez no he hecho la maniobra tan bien como la anterior vez, e incluso he ido más rápido a ver si había suerte y la ráfaga de aire le tiraba al suelo al muy cabrón. Desgraciadamente no ha habido suerte. Bueno no sé si la suerte ha sido que no se haya caído con el aire, que si no ya la tenía montada con el ciclista de turno y las doscientas asociaciones de los mismos.

Lo dicho, no me importa que circulen por la carretera (me jode cuando lo hacen en grupos enormes que no te permiten adelantarles y por lo tanto tienes que ir a 20 km/h) pero si todos circularan como si fueran vehículos, y no como los putos amos de la carretera que creen ser, no habría ni la mitad de atropellos ni accidentes en los que las bicis y los vehículos a motor están implicados.

Lo mismo puedo decir para las motos, sobre todo con la puñetera manía que tienen de adelantar por la derecha en ciudad pero luego eso sí, ponerse delante del coche y ocupar el sitio de un vehículo.

Cuando circules como un vehículo, te tratare como tal, hasta entonces, iros al bidegorri, leñe.

No hay comentarios: