miércoles, enero 28, 2015

A la venta Baboon en la PSN


Con una estética manga y una canciones de lo más japonesas, nos encontramos con un juego de plataformas, habilidad y puzzles, que tiene más chicha de lo que aparenta. Baboon se gesto como un videojuego para móvil, pero tras ganar el premio a Mejor Videojuego Vasco en el HoPlay de 2011, Sony se intereso por el proyecto. Así que paso a formar parte de la familia Sony cuando les dieron el OK y se pusieron a programar para PS Vita. Antes de nada decir que me une una amistad de la adolescencia con el director y fundador del estudio, Jon Cortazar, pero ello no es impedimento para haber disfrutado del juego y saber valorarlo como lo que es. Es decir, soy objetivo y no me dejo influenciar, pero entiendo que mis palabras puedan cogerse con pinzas, así que lo mejor es que lo probéis vosotros mismos. De todas formas aquí estoy para dar mi opinión.
                                                                      
Dejando la historia a un lado, más adelante me meto con ello, vamos con la mecánica jugable. Tú puedes controlar a Tumbili (el protagonista) de izquierda a derecha, pero no puedes saltar, para ello tendrás que utilizar las bombas que siempre llevaras a mano. Dependiendo del lado al que la pongamos, la distancia y la potencia que le demos al explotar la bomba, Tumbili saldrá lanzado hacia un sitio u otro. Para entenderlo fácilmente, es como una especie de juego de billar (ángulos y fuerza) pero también hay que tener en cuenta la física, es decir, la gravedad que nos hará dibujar una parábola. Nuestros objetivos iniciales serán acabar las pantallas, pero más adelante necesitaremos rejugarlas para conseguir más ítems que nos permitirán continuar desbloqueando nuevas zonas y pantallas. Los enemigos finales de cada fase, o algunos minijuegos que se irán abriendo según continuemos la historia, cambian estas mecánicas dando mayor variedad al juego, pero es mejor dejarlo para que lo descubráis vosotros (solo diré una cosa, Arkanoid)
Al inicio vamos con una bomba básica, pero rápidamente empezaremos a encontrar o construir nuevas bombas con características especiales, de hielo, de fuego, pegajosas, imanes, con una segunda explosión…. Estas nuevas bombas y objetos las conseguiremos tras interactuar con el resto de personajes que pueblan el juego, pero para hablar de ello me tengo que meter en la historia, así que vamos.

Baboon, el que da nombre al videojuego, es el malo, un Pirata Mandril (no malandrín, que también) que decide quedarse todos los plátanos de Isla Plátano. Para ello les ha disparado con su pistola antigravedad dejándolos flotando por toda la isla. Tumbili, nuestro alter ego , es el descendiente de una familia de monos circenses que se lanzaban con un cañón. Así pues su abuelo Mumbili, le ha enseñado todos los tucos para volar por los aires gracias a unas potentes bombas. Para detener a Baboon, deberemos de recorrer la isla entera y ayudar a los habitantes de cada zona, esto nos reportara nuevos amigos y nuevos objetos con los que poder llevar a cabo la aventura. Algunos de estos personajes serán completamente imprescindibles en la historia, como puede ser Shinobu, la motera, que será la que nos ayudara a desplazarnos de una zona a otra y que tiene una historia oculta en la que te acabaras metiendo para ayudarla, aunque ella no nos trate especialmente bien al conocernos, los aficionados a los manga diran que es Tsundere. Y esto me lleva a comentar más a fondo su estética.

Si, como he dicho al principio del texto y como salta a la vista, su estética manga desenfadada es lo primero que entra por los ojos. Aunque el diseño de los personajes principales es creación del estudio vasco (ojo, que no lo he dicho, compuesto por 5 personas) se que hay alguno de la mano de algún creativo japonés, ¿Y cómo es esto así? Pues porque la música del juego ha sido compuesta por Hideyuki Fukasawa, compositor de entre otras bandas sonoras las de los Onimusha o Street Fighter IV, casi nada. Esto se traduce en una música marchosa y pegadiza que para nada se hace cansina y que estarás tarareando a los cinco minutos de escucharla (mi esposa la tiene de tono de móvil y cada vez que suena me pongo a canturrear)

Nos encontramos en definitiva un juego para la portátil de Sony con una ambientación y música japonesa, con unas pantallas desafiantes llenas de obstáculos a superar y todo ello orquestado desde una pequeña oficina de Bilbao. Si esto no es fusión de culturas…..jejeje.

Pasen por aquí y déjense los dineros, harán ustedes bien y tendrán horas de diversión (y algún que otro lamento por haber fallado un salto)

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