Si el otro día comentaba la visita de la estafadora rumana a mi oficina, hoy me encuentro con algo mas curioso. Con la nueva ley anti-tabaco, salgo a fumar fuera, y estando a la puerta de la oficina veo a un joven senegalés (su nacionalidad la conocería después) con una bolsa con papeles en la mano que se me queda mirando. Se me acerca y me pregunta de forma muy cortes si puedo ayudarle con unos papeles que tiene que rellenar. La verdad es que pensándolo ahora podría haber sospechado que seria el típico timo de firmame para no se que leches, y luego dame algo de dinero, pero afortunadamente no fue así, ni lo pensé ni al final era eso lo que quería el joven inmigrante.
Le hago pasar a la oficina y le digo que me deje echarle un vistazo a esos papeles que quiere rellenar. Es alguna petición al Gobierno Vasco, así que supongo sera algún tipo de ayuda o subvención. Me dice que por favor le rellene los campos, me deja su pasaporte y copio los datos de ahí. Abajo veo que tiene que firmar, así que se lo comento, y el chico hace un garabato. Al principio pensaba que igual no comprendia el castellano muy bien y por eso no sabia como rellenar los papeles, pero realmente es que el chico no sabia escribir. Si bien su condición de analfabeto es algo triste, no veo esta anécdota como eso, sino que tanto el como yo estábamos "felices" por haber rellenado los papeles, el por tener la documentación preparada para entregar y yo por haberle ayudado al rellenársela. Lo dicho, la calle puede ser maravillosa, a veces.
Le hago pasar a la oficina y le digo que me deje echarle un vistazo a esos papeles que quiere rellenar. Es alguna petición al Gobierno Vasco, así que supongo sera algún tipo de ayuda o subvención. Me dice que por favor le rellene los campos, me deja su pasaporte y copio los datos de ahí. Abajo veo que tiene que firmar, así que se lo comento, y el chico hace un garabato. Al principio pensaba que igual no comprendia el castellano muy bien y por eso no sabia como rellenar los papeles, pero realmente es que el chico no sabia escribir. Si bien su condición de analfabeto es algo triste, no veo esta anécdota como eso, sino que tanto el como yo estábamos "felices" por haber rellenado los papeles, el por tener la documentación preparada para entregar y yo por haberle ayudado al rellenársela. Lo dicho, la calle puede ser maravillosa, a veces.
2 comentarios:
Apostaría a que eran los papeles para la solicitud de la RGI o el PCV.
RGI o ayuda invididual dependidendo de si lleva empadronado 1 año o menos.
Ese gesto es bonito a la par que arriesgado pero me alegro del final made in disney. Por desgracia la calle para los homeless (palabra que se empieza a poner de moda) SIEMPRE es muy dura.
Pásate por mi blog que twengo una cosa divertida. Saludos
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