miércoles, abril 06, 2011

Historias de animales

Ayer vi esta noticia en la que se cuenta como una perra que llevaba 3 semanas desaparecida por el Terremoto/Tsunami ocurrido en Japón, ha sido rescatada y devuelta a su dueña, quien la reconoció en la TV al ver el rescate. Esto me ha hecho recordar cuando la gata de mis padres, Kira, se escapo y paso 28 días fuera de casa. No recuerdo exactamente como ocurrió todo porque yo estaba justo de camino al pueblo de mi mujer, así que la mayor parte la conozco por lo que me contaron mis padres y mis hermanos.

Kira, la gata de la historia

Resulta que un día se les escapa Kira, mis padres estaban en Laredo, y allí la gata suele pasearse por el pasillo que hay fuera, aunque la suelen atar porque sino la puñetera se va hasta la calle. Pues por lo visto la gata consiguió salir sin que nadie se diera cuenta y desapareció. No se si fue ese mismo día o al siguiente, a mi padre le dio un infarto (no fue por la gata, fue por el stress) yo que justo estaba a 12 km del pueblo de mi señora, en cuanto me entero, preparo el viaje de vuelta, a lo que tanto la familia de mi mujer, como mi propia familia me dicen que me espere hasta el día siguiente. Como podéis suponer, no pegue ojo en toda la noche, así que a primerisima hora me fui para Bilbao a ver a mi padre. Mientras tanto Kira seguía desaparecida. Mi padre paso unos días en la UCI y en planta, luego ya lo mandaron para casa.

Los días pasaban y Kira no daba señales de vida por ningún lado, mis hermanas y mi hermano empapelaron Laredo con carteles y fotos de Kira por si alguien la había visto, se iban a los parkings, obras y plazas a ver si encontraban a la gata por algún lado, pero nada de nada. Se acercaba el cumpleaños de mi padre, día que hacemos una comida con amigos suyos en una lonja que tenemos allí. Esa mañana cuando se estaba preparando todo el tinglado, mi madre sale hacer unas compras, y cuando vuelve a casa le parece escuchar un maullido entre unos coches, allí estaba Kira, llena de grasa y bastante mas delgada. Mi madre la llama, pero Kira esta asustada y no sale de debajo del coche. A todo esto mi madre siempre era reacia a que tuviéramos animales ya que no le hacen mucha gracia, y por aquel entonces ni siquiera acariciaba a Kira porque nos decía que le daba mucho asco notarle los huesos o las tripas (por la tripa creo que no le toca ni ahora) así que como mi madre sabia que ella no iba a ser capaz de coger a Kira fue corriendo al banco donde los chavales suelen estar sentados para ver si alguno podía coger a la gata. Quiera la providencia que el único que estaba en el banco fuera Galder, un amigo nuestro al que tampoco le gustan los gatos, así que viéndose forzado por la petición de ayuda de mi madre, Galder se agacha, mira bajo el coche, alarga la mano y coge a Kira, rapidamente se la da a mi madre que solo la puede agarrar de la cola, así que se va para casa con Kira agarrada de la cola, llena de grasa y porquería. Ese mismo día, el día del cumpleaños de mi padre Kira volvió a casa. Tuvo que lavarla mi padre en la ducha, de la de mierda que tenia y aun así siguió estando sucia unos cuantos días, probablemente la bañarían mas veces.

La gata esta perfectamente desde entonces, mi padre también (aunque le dio otro infarto) y mi madre ya acaricia a Kira, al menos por el lomo.

4 comentarios:

izar dijo...

Bueno, historia con final feliz, menos mal :P

"Kira", "28 días después".... Manga y cine, 2x1 ;)

Aratz dijo...

Jejeje a la gata le pusimos Kira por Akira, no por Kira de Death Note, pero claro cuando vi la serie te puedes imaginar la cara que puse. ¿Como, que el prota que mata a gente escribiendo su nombre tiene como alias el nombre de mi gata? Miedo. Ya no miro mal a esa gata nunca mas, jejeje

Docente dijo...

muy bueno

Anónimo dijo...

muy bueno